Los ríos están llenos de residuos, los bosques cada vez tienen menos árboles, los océanos tienen tanto plástico que mata a la fauna marina, reciclar es una responsabilidad social y cuidado del medio ambiente.
A pesar de que los seres humanos seamos los responsables de la contaminación del medio ambiente debido a la gran cantidad de residuos que producimos, muchas veces nos negamos a reciclar.
Con esto, lo único que hacemos es que perjudicar al medio ambiente y a nosotros mismos, tanto a corto plazo como a nivel futuro. Y es que si nos paramos a pensar ¿qué planeta se encontrarán las personas dentro de 50 años?
Por ello, hay que tener claro que si queremos que el planeta y nosotros sobrevivamos tenemos que poner nuestro granito de arena y para hacerlo solamente tenemos que reciclar.
Reciclar de forma sencilla
En todas las ciudades hay a nuestra disposición contenedores para cada residuo: de papel, vidrio, plástico y orgánico. Además, esto no es todo, también hay puntos limpios donde se pueden llevar objetos como sofás o electrodomésticos que ya no queremos.
Otra manera de reciclar es comprar pequeños contenedores o basuras con departamentos y colocarlas en tu casa para hacer un reciclaje correcto y así ayudar a la familia o a los amigos a desarrollar una buena educación en este sentido.
Cinco razones para reciclar
Reciclar es más favorable de lo que pensamos
1. Ahorramos energía y luchamos contra el cambio climático
Consumimos menos energía. Si reciclamos, el trabajo de extracción, transporte y elaboración de materias primas se reduce por completo, algo que lleva a la disminución de la energía que se necesita para ello.
Al consumir menos energía se genera menos CO2 en la atmósfera y por consecuencia, se reduce el efecto invernadero. Reciclar en casa es una buena opción para ayudar al planeta y luchar contra el cambio climático.
Hay menos contaminación en el aire, algo muy importante ya que según revela la Organización Mundial de la Salud (OMS), nuestra salud cardiovascular y respiratoria será mejor si se reduce la contaminación. En efecto, hay relación entre la calidad del aire y la salud.
2. Usamos menos materias primas
Si reciclamos el vidrio, plástico y papel ya no hay necesidad de utilizar tantas materias primas nuevas para fabricar productos.
Así, se ahorrarán una gran cantidad de recursos naturales y los bosques se conservarán, algo fundamental ya que son los pulmones del planeta y son los encargados de reducir la contaminación en el ambiente.
En el caso del papel, por cada tonelada reciclada, se salvan cinco árboles. Para fabricar una tonelada de papel de alta calidad, se necesitan 3.300 kilogramos de madera.
3. Fabricamos nuevos productos
Gracias al reciclaje se crean nuevos productos. Seguro que en nuestra casa todos tenemos objetos que se han creado a partir del reciclaje.
Por ejemplo, las cajas de zapatos pueden ser hechas con tetrabriks de leche, las llantas de los neumáticos con latas de refresco y un forro polar con una botella de plástico PET. Todos esos productos necesitan menos energía y agua, lo que genera menos contaminación durante su producción.
En definitiva, se prolonga la vida útil de los materiales. Es una forma de luchar contra la obsolescencia programada. Además, se ahorra dinero y recursos.
4. Creamos puestos de trabajo
El proceso de reciclaje de los residuos no es así como así, también hay empresas y trabajadores que se dedican a recoger los distintos materiales y posteriormente clasificarlos.
En España existen las entidades sin ánimo de lucro Ecoembes y Ecovidrio. La primera se encarga de los plásticos, los briks y las latas, y la segunda se encarga de la gestión del vidrio.
Son muy conocidas por sus campañas de sensibilización hacia el reciclaje. Las campañas de reciclaje buscan el beneficio medioambiental y el beneficio social, como puede ser la ayuda a países necesitados o a niños pobres.
5. Preservamos el medio ambiente
Las basuras domésticas y los desechos de las industrias como los productos químicos o los tintes textiles se vierten en los mares y ríos y contribuyen a contaminarlos por completo, eliminando su riqueza natural y el hábitat de muchas especies que viven ahí.
Si reciclamos, la industria contaminará menos el aire al reducir la cantidad de emisiones de gases efecto invernadero. Además, protegemos nuestros suelos ya que los desechos van al lugar que les corresponde y no a los mares y ríos.
Al usar los residuos orgánicos para el cuidado de nuestros jardines o cultivos, evitamos los fertilizantes químicos y también cuidamos el lugar donde viven las especies.
Reciclar supone más tiempo para el planeta, más tiempo para recuperarse del daño que le hemos causado los humanos y más tiempo para una reforestación natural.
¿Cómo podemos reciclar en casa?
Tras saber las razones por las que es importante reciclar seguro que ya has cambiado de opinión y has decidido que vas a hacerlo, pero te preguntarás cómo, ya que, aunque parezca fácil, no lo es.
Hay una larga lista de materiales que podemos reciclar:
- Envases de plástico como botellas, botes de champú, bolsas de patatas, tapas y tapones y tarrinas.
- Bolsas de plástico.
- Latas de aluminio.
- Periódicos y revistas.
- Frascos de colonia.
- Tetrabriks de leche y zumo.
- Envases de papel y cartón como las cajas de cereales o zapatos.
- Botellas de vino.
- Aparatos electrónicos.
- Aceite usado.
- Tarros de mermeladas y conservas.
- Pilas de uso doméstico.
- Bombillas.
- Muebles.
- Electrodomésticos.
Para empezar a reciclar tienes que hacer distintas cosas como:
Leer las etiquetas y envases
En las etiquetas viene mucha información útil sobre los plásticos, que suelen tener un código especial en el que se indica de qué material está hecho o cuáles han sido utilizados para su producción. Incluso a veces, aparece a qué contenedor debes tirarlo.
Separar los residuos en distintos recipientes
Como ya hemos mencionado, es muy buena idea comprar unos recipientes o una papelera con departamentos para clasificar los residuos.
Depositar los residuos en el contenedor correspondiente
Recuerda que los envases de plástico, latas y briks se depositan en el contenedor amarillo. El papel y el cartón en el azul y el vidrio en el verde. Los residuos orgánicos en el contenedor marrón y aquellos residuos como algodones o pañales que son una mezcla de residuos orgánicos en el contenedor gris.
Qué hacer con los residuos especiales
Los residuos especiales como pueden ser muebles o aparatos electrónicos hay que depositarlos en los puntos limpios. Las pilas y el aceite de cocina tienen sus contenedores específicos y para los medicamentos existen unos puntos específicos llamados SIGRE que se pueden encontrar en algunas farmacias.
Hay que reciclar el aceite de cocina
No podemos tirarlo por el inodoro o por cualquier otro sitio ya que se debe de tirar a un contenedor especial. Se puede almacenar en botes de vidrio y una vez llenos, llevarlos al punto específico.
Limpiar los envases de comida antes de tirarlos al contenedor
Hay que limpiar todos los envases excepto las botellas de aceite, los productos cosméticos y los de limpieza, que no se pueden enjuagar antes de reciclarlos. De esta forma se evitarán vertidos tóxicos o químicos en el agua.
Reducir el tamaño de botellas y briks
Para optimizar nuestros espacios de almacenamiento podemos aplastar los briks y botellas de agua o meter las latas unas dentro de otras para así reducir el riesgo de cortes.
Ahora ya si que no hay excusa para reciclar. Y tú, ¿Cuándo empiezas?
