La RAE define el veganismo como la “actitud consistente en rechazar alimentos o artículos de consumo de origen animal”. Partiendo de esta base, cada vez son más los que, por motivos éticos, medioambientales o de salud, dan el salto hacia esta filosofía de vida y comienzan a rechazar los alimentos de origen animal, pero no solamente la carne y el pescado, sino también el resto de los derivados de animales como los lácteos, los huevos o la miel.
El veganismo también dice no a otros artículos como las prendas de vestir cuyos materiales son de procedencia animal, como la lana, la seda o el cuero; la cosmética que contiene ingredientes de dicho origen o que han sido testados en animales; y cualquier otro producto que ha pasado por ese proceso de experimentación o cuya fabricación haya supuesto cualquier daño a otros seres sintientes. Todo ello con el objetivo de no contribuir a la explotación o al sufrimiento animal.
Lo que en un principio parece un modo de vida basado en las restricciones y los límites puede convertirse en una experiencia única que te ayudará a abrir la mente. Quizá el 2021 sea el año en que muchos se propongan hacerse veganos. Pero, ¿por dónde empezar?
6 consejos prácticos para hacerse vegano
- Infórmate. Antes de dar el paso hacia el veganismo, puedes visualizar algunos documentales al respecto, o leer sobre este modo de vida. Pero además de buscar información a nivel general, es importante que lo hagas también acerca de aspectos particulares, por ejemplo cómo llevar una alimentación vegana saludable, qué alternativas existen a la carne o qué tipo de cosmética o moda comprar.
- Planifica tu compra. Una vez que ya tienes claro que no quieres contribuir al sufrimiento animal y ya sabes cómo llevar una dieta vegana sana, planifica tus compras. Así no te olvidarás de nada y te resultará mucho más sencillo preparar tus comidas diarias de manera equilibrada. Si te gusta la cocina y dispones de tiempo, anímate a probar recetas nuevas y alimentos que nunca habías consumido antes. A veces, no obtendrás el resultado que esperabas; es normal que no te gusten absolutamente todas las comidas veganas y que cometas errores en la cocina, pero merece la pena intentarlo.
- No te desanimes cuando cometas errores. La mayoría de los veganos se confunden, sobre todo al principio, en sus compras y adquieren algún producto con ingredientes de origen animal por error. También puede ocurrir que, inconscientemente, pidas un plato en un restaurante que contenga queso o huevo, sin que te lo hubieses planteado antes. En estos casos, quizá se te pasará por la cabeza no consumir ese alimento, pero piensa que de otra manera va a terminar en la basura, y has pagado por él de todas formas. Pero más allá de eso, la experiencia te ayudará a aprender para futuras ocasiones.
- Ve paso a paso. Algunas personas son capaces de pasar de una dieta omnívora en la que los alimentos de origen animal están muy presentes a una alimentación vegana de un día para otro. Pero para la mayoría de los humanos, hacerlo así solo lo hará más difícil. Es mejor que vayas paso a paso, despréndete primero de lo que menos te gusta y de aquellos alimentos sobre los que piensas que podrías vivir sin ellos; para, poco a poco, dejar el resto de los ingredientes de origen animal que más te gustan. Para ello, puedes ir probando diferentes alternativas veganas existentes, por ejemplo, al queso o a la leche. Ten en cuenta que no todos los sustitutos a los productos animales son iguales nutricionalmente, por lo que para suplir esos nutrientes tendrás que volver al paso 1 e informarte de cómo organizar bien tu dieta.
- Aprende a “veganizar” tus platos favoritos. Sin duda, uno de los aspectos más difíciles cuando alguien se hace vegano es dejar ese plato favorito en el que no puede faltar un ingrediente de procedencia animal. Por eso, prueba recetas hasta que des con la manera de “veganizar” ese plato y que conserve todo el encanto que antes tenía. A veces, lograrás incluso un mejor resultado.
- No te olvides de la vitamina B12. Los médicos y nutricionistas veganos coinciden en que en este tipo de dietas, es importante suplementarse con vitamina B12, esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso, pero que casi no está presente en los alimentos vegetales, a menos que se trate de productos procesados en los que ha sido incluida. No pienses que suplementarte hará que lleves una alimentación menos natural, pues en la actualidad, es prácticamente imposible seguir una dieta como la de nuestros antepasados. Incluso cuando comías carne, te estabas suplementando con B12 indirectamente, pues los animales de granja son suplementados regularmente.
Muy buen post. Gracias por compartirlo.