La eliminación del plástico de un solo uso se ha convertido en un objetivo prioritario para la Sociedad. Así se refleja en los últimos movimientos de gobiernos y de la UE con el fin de acabar con el uso de pajitas o bastoncillos, entre otros.
Es una tarea titánica, lo sabemos. Pero no imposible. Cada gesto individual es un enorme paso. Hoy en naturlii te enseñamos cómo dar una vuelta de tuerca a los productos de higiene y poner fin al plástico de un solo uso en tu baño.
Si hace unas semanas hablábamos de la iniciativa de Zero Waste y su ‘Boicot al plástico’, estos días veíamos el anuncio de ‘Estrella Damm’ en el que alerta de la contaminación que hay en los mares. De hecho se calcula que en el año 2050 habrá más plástico que peces en los océanos. No hacer nada no es una opción actualmente.
El baño es uno de los lugares donde más deshechos se producen a lo largo del año en un hogar. Casi todos los útiles que hay en una casa promedio están fabricados o envasados en plástico, por lo que si uno limita su uso, está contribuyendo a evitar esta crueldad contra el medio ambiente.
Cómo sustituir los productos de plástico en el aseo
Higiene bucal. La principal alternativa a los clásicos cepillos de dientes en plástico son los cepillos de madera o bambú. Su eficacia es similar y apenas existe diferencia. Salvo en el material más elástico del palo, no se nota nada distinto. En total su duración estimada es de unos tres meses, parecida al de plástico, por lo que cambiarlo es sencillo y muy eficaz para el medio ambiente.
En cuanto al dentífrico también hay solución. Hay pastas de dientes sólidas, vienen en cajitas metálicas o de vidrio. Para utilizarla simplemente hay que restregar el cepillo sobre la capa. Las hay de muchos sabores, tantos como los que podrían haber en un pastas de dientes convencionales.
También puedes optar por una opción más natural. Crear tú mismo tu propio dentífrico. Simplemente hay que escoger dos cucharadas de aceite de coco, una cucharada de bicarbonato de sodio y para elegir el sabor, gotas de aceite de algún sabor.
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Desodorante: los hay en crema y sólidos. Los ingredientes son 100% naturales y permiten la sudoración y eliminación de bacterias al igual que otros productos. Con la crema simplemente tendrás que coger un poco con los demás y rociarte por la zona que desees. Con el sólido tendrás que mojarlo en agua y rociarte. Normalmente no tienen olor, sin embargo limita la sudoración y el mal olor.
Champú: existen distintas variantes. Al contrario de lo que muchos piensan, hay muchas variedades. Acondicionadores, para cabellos grasos, con picores… un sinfín de opciones. El champú es sólido, como casi todos los jabones. Vienen en formato de pastilla y su uso es muy sencillo. Además su duración es muy larga, llegando a los cuatro meses.
Gel: más de lo mismo que con el champú, de hecho es una opción que utiliza mucha gente por comodidad. Las barras o pastillas de jabón son muy comunes en muchos hogares.
Papel higiénico: no existe un sustituto como tal, aunque sí distintas opciones para poder reemplazarlo. Si eres muy reacio a deshacerte del papel puedes intentar comprarlo a granel y no envasado. Se estima que para cubrir las necesidades de papel a nivel mundial se necesitan 27.000 árboles al día, una barbaridad. Existen opciones de papel reciclado, no especialmente fáciles de encontrar, pero sí disponibles en internet.
Cepillo para el pelo: en este apartado apenas notaremos diferencia, bueno sí, a mejor. Cambiar el clásico cepillo de plástico por uno de madera. Su uso es igual pero con la diferencia de que este tiene más duración y no es más difícil que se rompa.
Esponjas: normalmente son productos con materiales sintéticos y que vienen (como todo) envueltos en plástico. Su alternativa son las esponjas marinas o esponjas de luffa (planta similar a la calabaza), con un tacto parecido y una limpieza mayor.
Bastoncillos. Sustituye los de plástico por los bastoncillos de bambú. Biodegradables y que no son un peligro para animales marinos ni tortugas.