La basura espacial se está convirtiendo en un verdadero problema para el medioambiente. La ONU explica que seis décadas de carrera espacial han dejado en órbita miles de toneladas de chatarra que amenazan los sistemas de comunicación en nuestro planeta.
Este problema, que se ha ido haciendo cada vez más grande con los años, empezó en 1957 cuando se dio comienzo a la carrera espacial. Desde entonces, alrededor de 5000 lanzamientos han sido efectuados al espacio dejando tras de sí una estela de 23000 objetos en órbita. La Agencia Espacial Europea (ESA) estima que tan solo 1200 satélites siguen funcionando en la actualidad.
Cerca de 20000 objetos carentes de utilidad vagan por el espacio colisionando entre sí, generando con esto más basura espacial. Cada vez son más las personas que comparan la órbita de nuestro planeta con un gran vertedero de satélites, restos de cohetes y demás artefactos espaciales.
¿Hay alguna solución?
Lo cierto es que hasta el momento no se ha desarrollado ninguna solución técnica y eficiente para retirar la basura del espacio, así que solo nos queda prevenir la creación de nueva chatarra. Esto no parece que vaya a ocurrir a corto plazo, ya que se espera que la basura espacial aumente después de que una nueva generación de satélites de bajo coste y con un tamaño muy reducido hayan comenzado a invadir el espacio.
¿Qué peligro representa la basura espacial para nuestro planeta?
El espacio tiene relación directa con la Tierra por muchos motivos, nuestros teléfonos móviles están conectados a un geolocalizador que nos permite hacer llamadas, transacciones bancarias o consultas del tiempo meteorológico con datos transmitidos por satélites.
Poner en peligro las comunicaciones de nuestro planeta tiene consecuencias inmediatas, pero también a largo plazo. La comunidad internacional trabaja para preservar el espacio como un bien de la humanidad para las generaciones futuras, y pretende conseguir que los estados y las empresas adopten medidas para reducir la creación de residuos. Hasta ahora no existe una regulación internacional obligatoria para prohibir la emisión de basura espacial entre estados y empresas.