La economía circular pasó a la primera plana de los medios de comunicación en marzo de 2020. Fue entonces cuando la Comisión Europea presentó su Plan de acción para la economía circular, pero ¿a qué se refiere este término?
La economía circular supone un cambio en el modo de producir y consumir para así poder alargar la vida de los productos. El reciclaje, la reutilización y la reducción de residuos son clave para este modelo, pero aún hay más. Este tipo de economía se asienta sobre una acción tan simple como compartir. De este modo, se pretende fomentar el alquiler por encima de la compra.
Como bien explica la Comisión Europea, la economía circular es clave para lograr un crecimiento sostenible. Las autoridades no son las únicas que deben impulsar este modelo: las empresas y los consumidores son fundamentales para su implantación y crecimiento.
¿Cómo apostar por la economía circular?
Los gobiernos y las grandes compañías tienen una gran influencia sobre el impacto medioambiental generado por los seres humanos.
Cuando se habla de iniciativas ecológicas, beneficiosas para el estado de salud de nuestro planeta, muchas personas piensan que no está en sus manos reducir la contaminación. Sin embargo, las acciones individuales, sumadas, también pueden tener un impacto considerable sobre el medioambiente.
De hecho, es posible apoyar la economía circular desde varias perspectivas.
- Como consumidores podemos apostar por reutilizar los productos que ya tenemos y que no usamos para que cumplan otras funciones. Además, podemos optar por comprar productos reutilizables en lugar de elegir productos de un solo uso (por ejemplo, podemos cambiar las botellas de plástico por botellas de aluminio o vidrio). Otras acciones, como compartir nuestros trayectos en coche con otras personas, o alquilar productos que usaremos poco en lugar de comprarlos nuevos, también pueden reducir nuestra huella medioambiental.
- Como empresas podemos optar por usar recursos y procesos con un menor impacto medioambiental para elaborar nuestros productos o servicios. Además, es recomendable diseñar productos sostenibles, con una mayor vida útil o con múltiples posibilidades de uso. Por último, también podemos incorporar materiales reciclados en diferentes procesos de nuestro negocio, como puede ser la producción.
En este contexto, la sociedad catalana se ha convertido en un ejemplo de sostenibilidad. Un informe de Acció titulado «La economía circular en Cataluña» explica los entresijos de su éxito.
Un análisis de la economía circular en Cataluña
Acció considera que el objetivo de la economía circular es mantener el valor de productos, materiales y recursos por tanto tiempo como sea posible, mediante la reinserción de los mismos en el ciclo productivo una vez dejan de usarse.
Dentro del tejido empresarial catalán, más de 600 compañías siguen esta filosofía de negocio. En concreto, hablamos de 626 compañías que emplean a más de 32.000 personas y que facturan actualmente más de 11.000 millones de euros. Desde 2017 el ámbito de la economía circular ha experimentado una subida del 60% en Cataluña.
Sin embargo, no solo ha aumentado el número de empresas: también el número de trabajadores ha aumentado un 7,37% desde 2015, y la facturación ha crecido un 3,58% desde ese mismo año.
En su mayoría se trata de pequeñas y medianas empresas creadas en los últimos diez años, cuya sede se encuentra en Barcelona en el 71% de los casos. Le siguen Girona, que reúne el 10% de las empresas de este tipo, Lleida, con un 7%, y Tarragona, con un 4%. El dinero facturado por este tipo de empresas representa un 4,6% del total del producto interno bruto (PIB) catalán.
Este constante crecimiento no sería posible sin la red de apoyo que lo sostiene y que está compuesta por universidades, organizaciones empresariales, iniciativas autonómicas y asociaciones, entre otros.
Es importante que empresarios y consumidores de todo el mundo conozcan los beneficios de la economía circular para el planeta para que este sistema pueda seguir creciendo. Solo aumentando nuestra conciencia ecológica lograremos reducir el impacto medioambiental que supone nuestro paso por la Tierra.