Cuidar del medio ambiente es tarea de todos pero, sin duda, es deber de los padres y educadores inculcar desde la infancia valores por el respeto del entorno.
Se trata de generar buenos hábitos que podrían comenzar con el respeto al medio ambiente con pequeños gestos: uso moderado del agua, reciclaje, consumo responsable,…
Además de estas ideas, podemos trasladar el cuidado del medio ambiente al cómo nos movemos. ¿De qué manera? Sigue leyendo.
Educa en movilidad sostenible
- Al colegio y clases extraescolares, en bici o caminando. Sabemos lo cómodo que es viajar en coche. Podemos cargar en el maletero todas las mochilas, bolsas para entrenamientos, meriendas… pero es saludable caminar al menos una hora al día, y eso solo se consigue con pequeños gestos en las rutinas. Traslada a toda tu familia lo importante que es tener una vida activa. Cada paso cuenta.
- Coche compartido, cuando las distancias son largas. Por desgracias, muchas veces las distancias no permiten acudir a pie a nuestras citas pero sí nos podemos organizar con otros padres o familiares. Las ventajas son variadas. Ayudamos a descolapsar los centros de las ciudades, al descongestionar hay menos atascos, menos contaminación, menos restricciones, más espacio para zonas peatonales… Y estas son solo algunas.
- Uso de apps que nos ayudan a movernos. Incluso los más pequeños saben usar tablets y smartphones con total fluidez. Igual que se descargan juegos o ven sus series favoritas, educa en familia sobre cómo gestionar el tiempo y recursos gracias a la tecnología. Recuerda que Justmoove cuenta con la ventaja de concentrar en una sola app todas tus necesidades de movilidad: búsqueda de parkings subterráneos, gasolineras más cercanas y comparativas, pago de peajes con Vía-T propio, control de gastos a través del gestor propio de facturas, entre otros. Tenerla abierta siempre a mano te guiará a la hora de aparcar rápido sin importar en la zona en la que estés. Un poco de planificación diaria te ahorrará muchos minutos. ¿La pruebas?
- La ciudad es de todos. Hay personas que aún piensan que la movilidad sostenible está reñida con el uso de los coches, pero nada más lejos de la realidad. Se trata de promover el uso equilibrado de los espacios en los que desplazamos y convivimos tanto peatones, como bicis, coches, autobuses, metro, taxis, y cualquier medio de transporte. Todos tienen su espacio, tanto en las grandes como en las pequeñas ciudades.
- Actividades extraescolares. De la misma manera que los centros educativos
promueven buenos hábitos festejando ciertos Días Mundiales u organizando
jornadas formativas, puedes proponer alguna charla o actividad que promocione
la movilidad sostenible. Pueden ser los propios alumnos los que trabajen en
torno a campañas en este sentido. Pero también puede ser el profesorado el que
participe activamente integrando la movilidad en su calendario educativo. Algunas
ideas relativamente sencillas de aplicar son:
- Creación de grupos de trabajo que integren al centro escolar, familiares y alumnos de tal manera que todos se sientan implicados en las soluciones de movilidad.
- Diseñar guías específicas para entregar a todas las partes.
- Talleres donde los jóvenes pongan en práctica lo aprendido.
- Quedadas los fines de semana para difundir la cultura de la movilidad sostenible.
Recuerda que cuidar el medio ambiente es tarea de todos. No hay nada con lo que aprendan mejor los pequeños que con el ejemplo. Como adulto, eres su modelo a seguir. Tenlo en cuenta también cada vez que cojáis el coche, que programéis un desplazamiento, que tengáis fijada una actividad.
La movilidad sostenible no debe ser una acción puntual sino un hábito, en beneficio de todos. Plantea pequeños cambios asequibles. No intentes modificar las rutinas de toda la familia de la noche a la mañana y ayúdate de todos los recursos que consideres necesarios para alcanzar la meta que te propongas.