Los hogares españoles desperdiciaron un 12% más de comida durante las primeras semanas de confinamiento. La principal causa es el traslado del consumo extradoméstico a los hogares. ¿Quiere decir que hicimos acopio de grandes cestas de la compra y parte de ello acabó en el contenedor? Puede ser.
Se calcula que cada español malgastó 4,7 euros por semana durante el período de alarma, en comparación con los 3,8 € de antes de esta. La fruta, verduras y cereales representaron el 60.2% del desperdicio, frente al 47.3% que suponían antes de la pandemia.
Pero no es algo que solo se dé en nuestro país. En el mundo se desperdicia casi una tercera parte de los alimentos que se producen, lo que supone que cada habitante desecha de media 177 kilos de comida al año según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
El desperdicio alimentario es la comida que se descarta durante su producción, distribución y consumo. Esta acción tiene consecuencias medioambientales, humanas y económicas, sin olvidar que provoca el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Pero, ¿por qué se produce el desperdicio alimentario?
En Europa se tiran en cada casa a la basura un 42 % de los alimentos que se compran. Durante la producción el 39%, en la restauración el 14% y por último, en la distribución un 5%.
En el campo se suele producir más de lo que luego se distribuye y también se suman aquellos productos que no llegan a las tiendas porque no cumplen ciertos criterios estéticos o de medida. El desperdicio por estos motivos es menor en países con nivel adquisitivo menor, pero en cambio ahí se desperdician porque las condiciones de producción o manipulación no son las ideales.
En los supermercados se tiende a abarrotar de productos y como consecuencia, parte de esos alimentos acaban en la basura.
Por lo tanto, el derroche se produce en toda la cadena de distribución, pero es el papel individual el que marca la diferencia, siendo cada uno de nosotros los que hemos de preocuparnos por ajustar la compra para promover un consumo más responsable.
El desperdicio de alimentos en las casas
Es más común derrochar comida en países desarrollados, no le damos la importancia que se merece. Por eso hay que sensibilizarse.
Algunas de sus causas son: alimentos que sobran en los platos, mala conservación en el frigorífico, no comerlo a tiempo, productos quemados, mal preparados.
Cómo evitar el desperdicio de alimentos en casa
1. Organizándonos: rotar el contenido en la nevera, debe estar lo más viejo delante.
2. Planificando la compra: crea un menú semanal que esté a la vista de todos los miembros de la familia. Así todos sabrán lo que toca, y sea quien sea el que hace la compra sabrá cuáles son los productos que tiene que comprar para no hacer una adquisición aleatoria o por impulsos.
3. Cocina de aprovechamiento: termina paquetes abiertas o excedentes de cocinados para preparar croquetaso burritos).
4. Comprando a granel para reducir el uso de plástico y adquirir alimentos de cercanía, que además de acelerar la economía local, disminuyen la generación de gases.
No se han encontrado productos.
2. Aprovechando la tecnología: existen apps como TooGoodToGo o WeSaveEat que reducen el desperdicio alimentario en los sectores del comercio y la restauración. Permiten al cliente comprar comida que se iba a tirar por un precio más barato, yendo a recoger los productos antes del cierre del establecimiento.