Inviernos más calurosos, primaveras más secas, olas de calor… En un contexto en el que las consecuencias negativas del cambio climático son cada vez más evidentes, el cuidado del medioambiente está de moda. El concepto «turismo ecológico» comienza a ganar importancia. Y, con la inminente llegada de las vacaciones, multitud de internautas navegan por los buscadores intentando adivinar cuál es el medio de transporte más sostenible.
No obstante, también hay mucha gente concienciada acerca de la importancia de la sostenibilidad que desconoce lo que es el turismo ecológico o sostenible. Cuando hablamos de turismo ecológico nos referimos a una forma de viajar alternativa, alejada del turismo de masas, que se caracteriza por intentar reducir el impacto medioambiental.
La protección del medioambiente es una de las máximas de este modelo de turismo. Por lo tanto, elegir el medio de transporte más sostenible posible se convierte en una parte fundamental de esta práctica.
Cuando pensamos en medios de transporte respetuosos con el medioambiente, es común que se nos venga a la cabeza la bicicleta. No obstante, cuando hablamos de trayectos medianamente largo, esta queda descartada así que ¿Cuál es medio de transporte más sostenible para los trayectos largos?
Los medios de transporte más y menos sostenibles
Cabe destacar que ningún medio de transporte tiene un impacto 0 sobre el medioambiente. Un estudio realizado por Travel and Mobility señala que incluso las bicicletas son responsables de 8 gramos de emisiones de carbono ¿Por qué? Porque se fabrican en fábricas donde se emiten gases perjudiciales para el medioambiente.
Teniendo en cuenta esto, la compañía ha ordenado los medios de transporte en función de su grado de sostenibilidad. Los resultados quizás te sorprendan, pues, aunque la bicicleta es sin duda alguna el transporte más sostenible, la bicicleta eléctrica ocupa el tercer puesto, superada por el tranvía.
Las scooters eléctricas ocupan un merecido cuarto puesto, mientras que el metro subterráneo está en sexto lugar. Pero, cuando hablamos de trayectos largos, el ganador indiscutible es el bus eléctrico.
El autobús de toda la vida le sigue, tanto en trayectos de más de 200 kilómetros como en viajes con distancias superiores. Tanto es así que en distancias largas el bus emite una media de 33 gramos de dióxido de carbono por kilómetro, mientras que en las distancias cortas la media asciende hasta los 38 gramos por kilómetro.
Además, hay que tener en cuenta que el bus permite desplazar a muchas más personas que otras alternativas en apariencia más sostenibles, como las scooters eléctricas.
Los trenes, a mitad de la lista, también salen bien parados: un tren de alta velocidad emite 50 gramos de dióxido de carbono por kilómetro. El tren regional, por su parte, es responsable de una cantidad notablemente más alta de emisiones: 98 gramos por kilómetro.
Por su parte, los medios de transporte más perjudiciales para el medioambiente son:
- El avión: 285 gramos de CO2 por kilómetro y pasajero.
- El coche de gasolina, cuyas emisiones medias son 210 gramos de dióxido de carbono por kilómetro.
- El coche propulsado por diesel, que emite 205 gramos de dióxido de carbono por kilómetro.
- El ferry, en distancias inferiores a los 200 kilómetros: 151 gramos.
- El coche híbrido: 149 gramos.
- Las motos de gasolina: 137 gramos.
Por eso, si quieres practicar el turismo sostenible, te recomendamos elegir destinos de proximidad, hasta donde puedas trasladarte en medios de transporte respetuosos como el bus o el tren de alta velocidad.
