“Agua limpia”, “Fragancia de aire puro” o “Atún de la bahía de Móstoles”. Estos son algunos de los productos que se pueden “comprar” en Dispotify, una tienda online ficticia que forma parte de una campaña de concienciación sobre el cambio climático y la contaminación, y que presenta artículos que podríamos adquirir en el futuro si no ponemos solución a estos problemas. La iniciativa, que ha sido puesta en marcha por Concejalía de Cooperación al Desarrollo del Ayuntamiento de Elche, ya ha llamado la atención de numerosos medios de comunicación por su originalidad.
La publicidad ficticia del supuesto portal de ventas indica que sus productos están “pensados para que la vida de tus hijos y la de tus nietos sea mucho más fácil”; o que “muy pronto podrás disfrutar de tu producto. Y, entonces, será demasiado tarde”. El objetivo es concienciar a los ciudadanos sobre la necesidad de tomar medidas contra el calentamiento global en el momento presente y lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a través de la ironía y la invitación a la reflexión.
Agua sin sabor, un bien escaso en el futuro
Uno de los productos que Dispotify ha puesto a la venta en su portal web es una botella de 200 mililitros de “agua que casi no sabe ni huele a nada”, que disimula el olor a dióxido de azufre, monóxido de nitrógeno, dióxido de carbono o metano, bajo el lema “dile adiós a la polución. Bueno, mejor dile hasta luego”.
Cada vez que un usuario pulsa “reservar” un artículo, se abre una pestaña con información relacionada. Así, en cuanto al agua, Dispotify ofrece datos tan relevantes como que 3 de cada 10 personas carecen de acceso a servicios de agua potable segura; o que 66 millones de niñas y niños en edad escolar primaria asisten con hambre al colegio. A diferencia de los productos que se comercializan de manera ficticia, esta sí es información real ante la cual no podemos mostrarnos pasivos.
Otro producto que ha llamado mucho la atención es el atún de la bahía de Móstoles, con un 12% menos de microplásticos. Un alimento exclusivo, y prueba de ello es su desproporcionado precio (2575 euros por una lata). En este futuro distópico, los atunes se están extinguiendo, pero han llegado a la “costa madrileña”.
En la web también se comercializan los dátiles, característicos en Elche, pero que en el futuro ya no existen. La solución: los dátiles de Skarsvag, procedentes de las palmeras noruegas, eso sí con un precio de casi 110 euros por tan solo 300 gramos.
Dispotify también comercializa la patera autohinchable, la cinta adhesiva ocular para ser más productivos trabajando y no quedarnos dormidos; la fragancia de aire puro, para disimular el olor de los gases de efecto invernadero; e incluso un test de supervivencia.
Se trata de productos hoy ficticios, pero que no es difícil imaginar que en el futuro estén presentes en las estanterías de los supermercados si no se adoptan las medidas necesarias para frenar el cambio climático y la contaminación. Por eso, está en nuestra mano evitar que este tipo de artículos existan.
Objetivos de Desarrollo Sostenible
La información que ofrece el portal web Dispotify está enfocada al cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la ONU y relacionados con la pobreza, el cambio climático, el trabajo digno, el consumo responsable, la educación, la igualdad entre hombres y mujeres, etc. Cada vez que un usuario abre uno de los artículos que se anuncian, lo que obtendrá es una página con mensajes acerca de alguno de estos objetivos.
Afortunadamente, la tienda Dispotify no existe en nuestra realidad, pero supone un ejemplo en el que fijarse para imposibilitar que algún día tengamos que utilizar productos como los que vende. La finalidad es concienciarnos de que el presente es el momento para cambiar las cosas y que, si esperamos más, podría ser demasiado tarde. Por ello, hemos de adoptar hábitos sostenibles y respetuosos con la naturaleza; y cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible es de vital importancia para un futuro más saludable para todos.
Precisamente, el pasado 25 de septiembre los ODS cumplían cinco años desde su aprobación. La ONU pretende que, de cara al año 2030, estos objetivos estén cumplidos. Tenemos 10 años para luchar por ello.