La Segunda Encuesta sobre el Clima 2020-2021, realizada por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) indica que la mayoría de los españoles estarían dispuestos a reducir el número de viajes que hacen en avión como método para frenar el cambio climático, decisión que prima sobre otras, como comer carne, comprar ropa nueva, utilizar plataformas de vídeo en streaming o ir en coche.
El estudio del BEI ha analizado la actitud de todos los ciudadanos de la Unión Europea, en cuanto a aquello que están dispuestos a poner en marcha para combatir el cambio climático durante este 2021.
Cómo nos afecta la pandemia
La decisión de reducir los viajes en avión no solo viene motivada por el cambio climático, sino también por cómo ha afectado la pandemia de la COVID-19 a los ciudadanos europeos, pues muchos de ellos han tenido que modificar sus hábitos de viaje.
Así, en las circunstancias actuales, la mayoría de los españoles piensan que les sería más sencillo minimizar los viajes en avión antes que otro tipo de transportes u otras medidas importantes para frenar el cambio climático. El 42% de los españoles, precisamente, opina que volar es la opción más fácil para luchar contra el calentamiento global; mientras que el 33% indica que renunciar al coche les resultaría mucho más complicado. Quienes pretenden hacer un uso mínimo del transporte aéreo también indican que optarían por pasar sus vacaciones en España o en un país cercano. Estos suponen un 46%, mientras que un 34% no dudaría en volver a viajar en avión cuando hayamos superado la actual pandemia.
Impacto a largo plazo
La encuestra también señala que el 24% de los españoles estaría dispuesto a introducir cambios más radicales en su estilo de vida por su concienciación con el medio ambiente, si bien también indica que el 68% de los ciudadanos en España está más preocupado por enfermar por coronavirus que por las consecuencias del cambio climático, al ver estas como algo a largo plazo. Esto conlleva que un 74% de los encuestados no quiera utilizar, por el momento, el transporte público para reducir el riesgo de contagio. Si tenemos en cuenta únicamente a la población mayor, el porcentaje se eleva hasta el 77%, en contra de los ciudadanos más jovenes, de entre 15 y 29 años, entre los cuales la preocupación por la COVID-19 es menor.
Un dato sorprendente es que un 24% de los españoles está implementando cambios en favor del medio ambiente, cinco puntos más arriba que la media de la Unión Europea (19%). La mayoría de la población que está llevando a cabo dichos cambios en su vida proceden de Extremadura (35%), y suelen ser padres de menores (27%).
Según el estudio, los españoles tienen una opinión semejante a la del resto de ciudadanos europeos, pero también de los estadounidenses y chinos, con respecto a las opciones que consideran más accesibles para combatir el cambio climático. Así, un 40% de los ciudadanos europeos, un 38% de los estadounidenses y un 43% de los chinos consideran que dejar de volar es la medida más sencilla para dicho fin.
La opinión de las personas de los lugares citados también es similar con respecto a su mayor preocupación por el coronavirus que por el cambio climático, en un 75% si nos referimos a personas de Estados Unidos, un 71% en el caso de los chinos, y un 67% de los europeos. Todos ellos coinciden en la idea de evitar el transporte público y de reducir las probabilidades de contagiarse del virus.
Una conciencia que aumenta
El BEI también concluye que cada vez son más quienes responden sí a la pregunta de si piensan que sus decisiones y acciones pueden contribuir a la lucha contra el cambio climático, que en el caso de los españoles, es de un 80%, la mayoría de ellos personas jovenes.
El BEI, instrumento de la Unión Europea enfocado a los préstamos que ha realizado esta encuesta, es uno de los organismos que más está apoyando, en este territorio, los proyectos enfocados al clima y a la reducción de las emisiones de carbono.