Estos días nos han sorprendido las imágenes de un grupo de elefantes en el vertedero de Ampara (Sri Lanka), obtenidas por un dron que ha captado cómo estos animales se desplazan hacia esta zona de acumulación de basura para buscar alimentos vegetales fruto de los desperdicios de la población humana. Sin embargo, con los restos de comida que se encuentran también ingieren plásticos y otros materiales tóxicos para ellos.
El vertedero de Ampara, construido hace unos diez años, está situado en medio de una zona en la que viven entre 200 y 300 ejemplares de elefantes. La cantidad de restos de alimentos que se encuentra en el basurero llama la atención de los paquidermos, pero estos, además de ingerir desperdicios de comida, tragan plásticos, algo que en muchos caos les ha provocado la muerte.
No se trata de un caso excepcional. Los tres vertederos más grandes de Sri Lanka se encuentran en entornos habitados por elefantes, que además, son hábitats protegidos. Por eso, en algunas ciudades de la isla asiática la imagen de estos animales ingiriendo plástico, papeles y restos de vegetales es bastante habitual. También es frecuente que algunos elefantes salvajes que comen dichos residuos mueran a causa de la ingesta de grandes cantidades de plástico, como muestran los resultados de las autopsias practicadas. Una muerte muy dolorosa y agónica para estos animales.
Tras las imágenes de Ampara, donde van a parar residuos procedentes de ocho distritos diferentes, las autoridades del país han anunciado que han comenzado a vallar el perímetro del vertedero, a través de trincheras y cercas eléctricas más efectivas que las actuales, que esperan terminar el próximo 2021. No es tarea sencilla, puesto que a veces los animales, por su instinto de alimentarse, se las ingenian para encontrar la manera de entrar en el basurero. Sin embargo, es urgente poner solución a este problema, pues las autoridades del país señalan que el año pasado murieron 361 elefantes a causa del plástico.
Especie protegida, y amenazada
Los elefantes son una especie protegida en países como Sri Lanka, donde, sin embargo, la población local los considera como una amenaza y son frecuentes los asesinatos a tiros o por envenenamiento por agricultores que los consideran un peligro para sus cultivos. Si a los elefantes asesinados por humanos sumamos aquellos que mueren por intoxicación o ahogamiento tras consumir basura plástica, obtenemos que el número de ejemplares se ha reducido de 12000 a 7000 en el último siglo, según uno de los censos más actualizados.
Por otra parte, los habitantes de las viviendas cercanas a los hábitats de los elefantes también ven a estos animales como un peligro, al comprobar cómo se acercan a las zonas pobladas en busca de alimento. Sin embargo, para ellos también supone un problema tener un vertedero tan cercano. La contaminación afecta a todos los seres del planeta, y es labor de los humanos contrarrestar los efectos de la misma, pues son los principales causantes de su aparición.