El mundo actualmente esta pasando por constantes cambios. Cuando queremos adaptarnos a la novedad, ya está llegando algo diferente. La pandemia nos deja una sociedad distinta a la que conocíamos antes de 2020. No todas las empresas han conseguido sobrevivir a un largo confinamiento. Es más, según datos de la Seguridad Social correspondientes al mes de abril, en España hay unas 90.000 empresas menos de las que había en febrero de 2020.

Por otro lado, hay otra cuestión que urge desde hace mucho tiempo: el medio ambiente. Los expertos llevan años avisando sobre las consecuencias que provocarán nuestros modelos de consumo y parece que las empresas comienzan a darse cuenta por fin.

Como empresas tenemos que ir paso más allá. Debemos optar por vías alternativas e impulsando nuevas formas de realizar nuestro trabajo. Debemos ver esta trasformación sostenible como una oportunidad y no como una amenaza. Las opciones que existen para este cambio son múltiples y varias.

La plataforma de sostenibilidad Quiero, junto a la red global de Sustainable Brands, mantuvieron conversaciones con 100 líderes en sostenibilidad de América, Europa y Asia durante más de un año.

El objetivo era analizar los cambios producidos en materia de sostenibilidad y descubrir cuál será la evolución de las tendencias en el marco empresarial y cómo acelerar el cambio hacia una producción más verde. La Guía How to build back better brands reúne las conclusiones extraídas de estos diálogos. A partir de aquí, se elaboraron las claves para las organizaciones que deseen integrar la sostenibilidad a su modelo de negocio.

5 claves para conseguir un negocio sostenible

• Misión, visión y valores. Estos son los pilares sobre los que una empresa se desarrolla. Adaptarlos a los tiempos que corren es clave para no quedarse atrás en la lucha por el planeta. Debemos decidir cuál será nuestra contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por la ONU, en el plano social, medioambiental o de buen gobierno. Estos objetivos tienen que ser progresivos y realista. Debemos marcarnos objetivos que podamos cumplir a medio/largo plazo. La misión, visión y valores deben estar integrados a la perfección con nuestra cultura corporativa. De no ser así, parecerá un ejercicio de greenwashing, es decir, una limpieza de cara del negocio.
• Dar importancia a la comunicación interna. Si eres empresario, sabrás lo importante que es tener un buen equipo de trabajo y, sobre todo, un equipo contento. Implementar un modelo de gobernanza donde el jefe autoritario sea sustituido por una comunicación bidireccional entre el jefe y los empleados generará un ambiente mucho más sano y productivo. Las relaciones personales también deben tenerse en cuanta para avanzar hacia un mundo más sostenible y desarrollado. Publicar las cuentas anuales y los organigramas, establecer memorias de sostenibilidad o de Responsabilidad Social Corporativa, códigos de buenas prácticas, códigos de conductas internos, planes de igualdad o de conciliación. Este tipo de documentos ayudan a materializar los valores de nuestra empresa.
• Comprometerse con el planeta. Ya no solo importa el producto o el servicio que ofrezcas. Cada vez más, los consumidores esperan de las empresas donde consumen el mismo compromiso que ellos tienen con el planeta. Construir una marca cimentada sobre unos valores fuertes es fundamental para adquirir un posicionamiento en la mente de los clientes. Deben ser valores auténticos, genuinos y en los que la empresa realmente crea. Para ellos, es esencial emprender nuevos caminos más allá de nuestra producción, implicarse en movimientos sociales o medioambientales que encajen con nuestro negocio. ONGS, asociaciones sin animo de lucro, proyectos solidarios… Dependerá de nuestro tipo de negocio, si somos una empresa local, por ejemplo, entablar relaciones con asociaciones vecinales puede ser un buen comienzo. Lo importante es que sea coherente y lógico en nuestra imagen de marca.
• Cuidar nuestros stakeholders. Nuestro entorno define en gran medida lo que nosotros mismos somos. Por eso debemos elegir con esmero cuáles serán nuestros proveedores, trabajadores, repartidores… Estas personas son parte de nuestro proyecto y deben coincidir con nuestros valores. Apostar por fábricas o trasportistas sostenibles sumará a nuestro negocio. Debemos cuidar el impacto y la huella ecológica que dejamos en el mundo, y eso va más allá de nuestra oficina. Por otro lado, una tendencia que podemos aprovechar es el hosting verde, que consiste en contratar una empresa que se sirva de fuente de alimentación con una eficiencia energética que se encuentre certificada en por lo menos un 80%. De esta manera sabremos a ciencia cierta lo que sucede en toda nuestra cadena de producción.

• La innovación como sostén empresarial. Como hemos comentado antes, el mundo cambia constantemente y nosotros debemos cambiar con él. Para ello, sumarnos a las innovaciones y tendencias en materia de medio ambiente será clave para avanzar hacia un negocio sostenible. Desde un punto de vista circular, contando con recursos reutilizables, podemos conseguir una trasformación persistente sin desgastar el medioambiente. Por otro lado, conseguir ser eficientes energéticamente hablando se convierte en una tarea imprescindible. Comenzando por nuestro sistema eléctrico hasta un correcto aislamiento térmico para no derrochar energía.