Es probable que pienses que no se puede obtener madera sin talar árboles, pero esa idea es errónea. La técnica de Daisugi y el trasmocho son dos prácticas que nos muestran cómo la sabiduría y la tradición pueden combinarse con la innovación y la sostenibilidad en el cuidado de los árboles. A través de estas prácticas, podemos observar cómo la manipulación de la forma y el crecimiento de los árboles puede mejorar tanto su salud como su utilidad para la industria maderera. En este artículo, profundizaremos en el significado y el impacto de estas técnicas.
¿Qué es la técnica Daisugi?
La técnica Daisugi es un método de cultivo forestal tradicional japonés que se utiliza para cultivar árboles de cedro y ciprés. Consiste en seleccionar los brotes más fuertes y rectos de un árbol joven y cortar el resto, lo que permite que los brotes seleccionados crezcan verticalmente y sin ramas laterales. Es originaria de la región de Kitayama en la prefectura de Kyoto, Japón, y se cree que surgió en el siglo XIV.
La técnica Daisugi ha sido practicada en Japón durante siglos y se considera un ejemplo de agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Además, ha demostrado ser un método efectivo para maximizar la producción de madera de alta calidad en una superficie limitada de terreno forestal.
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¿Cómo se lleva a cabo?
La técnica de Daisugi se lleva a cabo seleccionando cuidadosamente los brotes más fuertes y rectos en la base de un árbol de cedro o ciprés. Estos brotes son cuidadosamente podados para que solo queden los más fuertes y se eliminan las ramas y ramillas inferiores. El objetivo es fomentar que los brotes seleccionados crezcan en un solo tronco vertical sin ramas laterales.
Después de la poda inicial, los brotes seleccionados se monitorean y se eliminan las ramas laterales a medida que aparecen. Esto se hace para que el árbol mantenga su forma vertical y produzca madera recta y uniforme de alta calidad.
A medida que los brotes seleccionados crecen en altura, se sujetan a una estructura de soporte en forma de «A» hecha de bambú, para evitar que se doblen o se rompan. Esto también ayuda a dar forma al árbol a medida que crece. Esta técnica requiere mucha habilidad y atención al detalle para llevarla a cabo correctamente. Si se hace bien, el resultado final es un árbol con un tronco recto y uniforme que es perfecto para su uso en la construcción de templos y santuarios y otros proyectos arquitectónicos.
Beneficios del daisugi
La técnica de Daisugi tiene varios beneficios para los árboles, el medio ambiente y la industria maderera. A continuación se detallan algunos de los principales beneficios del Daisugi:
- Aprovechamiento sostenible de los recursos forestales: permite aprovechar al máximo los recursos forestales al cultivar árboles de alta calidad para su uso en la construcción, mientras se mantiene el árbol vivo y en crecimiento.
- Producción de madera de alta calidad: el Daisugi produce árboles de cedro y ciprés de alta calidad, rectos y uniformes, lo que los hace ideales para su uso en la construcción de templos, santuarios y otros proyectos arquitectónicos.
- Protección del medio ambiente: promueve la biodiversidad al crear un entorno propicio para el crecimiento de otros árboles y plantas en el bosque.
- Contribución a la cultura y la historia: es una técnica antigua que ha sido transmitida de generación en generación, lo que contribuye a la preservación de la cultura y la historia de Japón.
- Atracción turística: es un atractivo turístico en la región de Kitayama, ya que permite a los visitantes ver los árboles cultivados de manera única y aprender sobre la cultura y la historia de la zona.
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¿Qué es el trasmocho?
Trasmochar los árboles es una práctica de poda radical en la que se cortan todas o la mayoría de las ramas principales de un árbol. Esto se hace para reducir la altura del árbol y controlar su crecimiento. Esta técnica de poda se utiliza comúnmente en la jardinería y el mantenimiento de árboles en áreas urbanas, ya que los árboles pueden crecer demasiado y causar problemas de seguridad o interferir con líneas eléctricas y edificios cercanos.
Al parecer, se trata de una técnica que ya llevaban a cabo nuestros antepasados en el Neolítico, después se generalizó en la Edad Media y alcanzó su punto máximo entre los siglos XIX y XX, antes de casi desaparecer y pasar desapercibida.
Para trasmochar un árbol, se cortan todas o la mayoría de las ramas principales, dejando solo las ramas más pequeñas en la parte superior. Esto puede producir un aspecto desordenado y poco natural en el árbol, pero permite que siga creciendo y manteniendo algunas de sus funciones, como la producción de oxígeno y la regulación de la temperatura y la humedad.
Beneficios de trasmochar
El trasmocho tiene varios beneficios para los árboles y para el entorno en general:
- Promueve la salud del árbol: el trasmocho permite que el árbol renueve su crecimiento y desarrollo, eliminando ramas dañadas o enfermas, y estimulando el crecimiento de nuevas ramas y hojas.
- Controla el tamaño del árbol: el trasmocho permite controlar el tamaño y la altura del árbol, lo que puede ser útil para prevenir problemas de seguridad en zonas urbanas o para limitar la sombra en áreas de jardines y parques.
- Estimula la floración: al podar las ramas de la copa del árbol, se estimula el crecimiento de nuevas ramas y brotes que pueden llevar a una mayor producción de flores y frutos.
- Protege el entorno: el trasmocho puede prevenir la caída de ramas o árboles enteros en condiciones climáticas adversas, lo que puede prevenir daños a edificios, vehículos o a las personas.
- Contribuye a la estética: el trasmocho puede mejorar la apariencia general del árbol y del entorno en el que se encuentra, lo que puede ser especialmente importante en zonas urbanas y en parques.
En resumen, el trasmocho tiene varios beneficios, como la promoción de la salud del árbol, el control del tamaño, la estimulación de la floración, la protección del entorno y la mejora de la estética.