A todos nos encantaría tener un precioso jardín o una soleada terraza donde poner nuestras plantas de exterior y verlas crecer día a día.
Pero la realidad es que si vives en un encantador pisito en el centro contarás, como mucho, con un reducido balcón.
Si eres una amante de las plantas y tu casa cuenta con poco sol directo hay plantas de interior que deben formar parte de tu decoración sí o sí. ¿Por qué? Porque son tan fáciles de cuidar que algunas ni siquiera necesitan que les dé el sol.
¿Quieres saber de qué plantas de interior hablamos? Sigue leyendo y lánzate a construir tu jardín (interior) de ensueño.
La menta puede ser tu fiel compañera
La menta es una de las más populares entre los amantes de las plantas aromáticas.
Destaca por sus diferentes usos en la cocina y sirve para preparar deliciosas infusiones. Además, su olor nos ayudará a mantener un ambiente fresco en el hogar.
Crece mejor en semisombra, porque sus hojas son muy sensibles al sol y enseguida se marchitan. En cuanto a la maceta, la tierra debe estar húmeda y contar con buen drenaje.
Por supuesto, debes regarla de manera regular y abundante, sobre todo entre primavera y verano, época de crecimiento.
La calathea, una belleza de interior
Es una de las plantas de interior más bellas gracias al diseño tan distinguido de sus hojas.
Es una planta propia de los sotobosques de la selva tropical brasileña, acostumbrada a los espacios húmedos y a la luz tamizada.
Por esto, nuestra calathea necesitará claridad, pero jamás luz directa. En cuanto al riego, hay que tener en cuenta no mojar las hojas y mantener la tierra húmeda.
El aloe vera, una planta multiusos
Seguro que te suenan algunas de las muchas propiedades medicinales del aloe vera. Y, si nunca has tenido una en casa vas a descubrir lo sencillo que es cuidarlas.
Necesita claridad en cuanto a la luz y mucha protección en invierno frente al frío, pero es suficiente con regarla cada dos semanas.
La cinta, mejor en las alturas
Lo más característico de la cinta es que necesita espacio, por lo que crecerá mucho más sanas y bonita si la colocamos en lo alto. Además, es muy buena para purificar el aire.
Se trata de una planta muy resistente a los cambios de temperatura, lo que la hace extremadamente fácil de cuidar.
Basta con no colocarla directamente al sol, pues prefiere los lugares en sombra o semisombra. En cuanto al riego, debe ser frecuente en verano de dos a tres veces por semana y una vez por semana en invierno.
La bromelia, una planta todoterreno
Es una planta que se amolda al interior de nuestro hogar a la perfección.
Su historia está marcada por tener la capacidad de crecer en los lugares más inhóspitos y variados: desde los Andes a las selvas de Brasil, se han adaptado a casi cualquier clima y son capaces, incluso, de crecer sobre roca.
Necesita tener la tierra húmeda constantemente, por eso es una planta ideal para colocar en el baño. Respecto a la luz, necesitan luminosidad, pero nunca luz directa.
El filodendro, el de hojas corazón
Esta planta, gracias a su volumen y color, consigue llenar espacios vacíos de una manera muy sofisticada.
Originaria de América Central o Sur, viene de entornos húmedos. Como estarás deduciendo, necesitarás mantener su tierra húmeda. Una buena idea para mantener la humedad de la habitación, realizar pulverizaciones 1 o 2 veces por semana, sobre todo en verano, para aumentar la humedad en el ambiente.
También necesitará buena iluminación, pero sin luz directa, ya que sus hojas se pueden dañar con facilidad.
El espatifilo, el lirio de la paz
Es una planta perenne sudamericana que aporta tranquilidad. Además, la NASA la incluye en su lista de mejores plantas depuradoras de aire.
En cuanto al riego, espera a que la tierra se seque o a que las hojas apunten hacia abajo para repetir el riego, ya que si la inundas correrá el riesgo de morir.
Se mantiene sin problemas en espacios sin mucha luz, pero si quieres conseguir sus flores blancas es mejor colocarla en una habitación con bastante luminosidad, pero sin sol directo.
