La actividad ganadera se encuentra en el punto de mira a causa de su impacto medioambiental.
Los más críticos consideran que la ganadería, especialmente la intensiva, es altamente perjudicial para el medioambiente ¿Los motivos? Las grandes cantidades de excrementos que allí se generan pueden llegar a contaminar el suelo y las aguas. Además, las emisiones de gases de efecto invernadero, como el metano, se multiplican. En ocasiones, incluso se llega a deforestar los bosques para crear pastos donde poder alimentar a un gran número de animales.
Sin embargo, la industria ganadera española cree que es posible reducir su impacto medioambiental. Su intención es lograr una producción más sostenible, en línea con los objetivos europeos. Cabe apuntar que la ganadería no solo es uno de los muchos agentes contaminantes, sino que, como apunta la Agenda 2030, podría ser una de sus muchas víctimas. Los cambios en las precipitaciones y las sequías podrían tener «implicaciones muy importantes en sectores como la agricultura, la ganadería, la silvicultura o el turismo».
En este contexto, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 apuesta por la puesta en marcha de un «Plan de impulso a la sostenibilidad y competitividad de la agricultura y la ganadería». El plan se centra en invertir en la eficiencia energética y la economía circular. En línea con estos objetivos, 25 entidades del sector ganadero, entre las que destacan las conocidas Kaiku Berdea, Llet Nostra Més y AGC Agrocantabria, invertirán 100 millones de euros para lograr así una ganadería más sostenible.
Los objetivos de la millonaria inversión
- Reducir las emisiones producidas por la industria ganadera en un 60%.
- Reducir los residuos.
- Reducir la cantidad de agua utilizada en el sector ganadero.
- Impulsar la economía circular. Se trata de un modelo basado en el compartir, reciclar, reutilizar y reparar. Su objetivo es detener la producción masiva y, con ello, alargar la vida útil de los productos.
- Impulsar la digitalización de la industria ganadera. Digitalizar los procesos tradicionales permite optimizar los recursos disponibles y reducir el consumo de energía. Las 25 entidades que participan en la iniciativa pretenden automatizar los procesos, con la intención de que sean más eficientes y haya más distancia entre los beneficios y los gastos que producen.
- Lograr la supervivencia de las ganaderías familiares. El proyecto pretende ayudar a más de 600 cooperativas y explotaciones familiares que, en total, generan más de 300 millones de litros de leche al año.
- Proteger los bosques y, en general, la diversidad de paisajes del territorio español.
- Impulsar la economía de las zonas rurales, consideradas las grandes olvidadas del país. Además, generar oportunidades laborales en las áreas rurales es clave a la hora de frenar la despoblación.
- Ofrecer a los consumidores productos de la mejor calidad, respetuosos tanto con los consumidores como con el medio ambiente.
Los actores implicados en este proyecto pretenden alcanzar estos objetivos de cara al año 2026. Iniciativas como esta, que cuentan con el apoyo de los gobiernos autonómicos y de la industria, son necesarias para construir, entre todos, un mundo con futuro.
