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Sostenibilidad

El ser humano, principal responsable de los fenómenos extremos

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El informe publicado por el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) ha señalado al ser humano como el principal responsable de los fenómenos extremos.

El ser humano “ha calentado la atmósfera”

Lo que antes era una evidencia, ahora es un hecho. El último informe realizado por el IPCC, el equipo de expertos vinculados a la ONU, tras más de treinta años avisando sobre el cambio climático, ha sentenciado que la humanidad “ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra”, generando, así, “cambios generalizados y rápidos” en la Tierra.

Desde el estudio anterior realizado en 2013, los datos se han multiplicado, al igual que las investigaciones y análisis científicos que señalan que el cambio climático ha generado consecuencias “sin precedentes” e “irreversibles” en algunos casos. Los cambios en el clima ya se vienen dando en los últimos miles de años y se prevé que durarán durante siglos o milenios.

Si pensamos en las consecuencias directas del cambio climático, además de la subida de las temperaturas medias, se encuentran los fenómenos meteorológicos extremos. Las olas de calor, los incendios o las lluvias torrenciales que se han vivido en las últimas semanas en todo el planeta son el ejemplo más claro.

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El estudio del IPCC y algunas de sus conclusiones

La investigación, que se ha hecho pública este mismo mes de agosto, ha sido elaborada por 234 expertos de 66 países. Estos han revisado más de 14.000 artículos y referencias publicados hasta el momento para poder recabar todos los efectos físicos producidos por el calentamiento y determinar los posibles escenarios según los gases de efecto invernadero que se emitan durante los próximos años.  

Estos gases mencionados son aquellos que se liberan fundamentalmente cuando se queman los combustibles fósiles para generar energía y son los responsables del sobrecalentamiento de la Tierra. Desde el momento en el que estalló la Revolución Industrial las emisiones no han parado de aumentar, llegando hoy a niveles insólitos.

Por ejemplo: la concentración en la atmósfera del dióxido de carbono es la más alta a la que se ha llegado en los dos últimos millones de años. Las emisiones de metano y óxido nitroso -los otros dos grandes precursores del calentamiento- han alcanzado el máximo nivel en los últimos 800.000 años.  

Más resultados del estudio

¿Qué ha descubierto el estudio? El aumento de la temperatura media global está ya en 1,1 grados respecto a los niveles preindustriales. Además, el ritmo de calentamiento planetario es tan rápido que no hay precedentes de un proceso similar en los últimos 2.000 años.

Los expertos han asegurado que la temperatura continuará en aumento al menos hasta mediados de este siglo de manera irreversible. Sin embargo, la fecha clave es 2050. A partir de ese año las cosas pueden complicarse, ya que “a menos que se produzcan reducciones profundas en las emisiones de CO₂ y otros gases de efecto invernadero en las próximas décadas”, no se logrará que el nivel de calentamiento se estanque entre los 1,5 y 2 grados.

De no reducirse las emisiones y continuar con la misma velocidad de crecimiento, los investigadores estiman que se producirá un aumento de 4,4 grados a finales de este mismo siglo. Igualmente, no solo se incrementará la temperatura sino la intensidad y frecuencia de los fenómenos extremos. En este momento, los científicos han querido destacar que la última vez que se superaron los 2,5 grados fue hace tres millones de años cuando el ser humano ni existía.

El objetivo: controlar la temperatura global

Ya en 2015, mediante la firma del Acuerdo de París se fijó como objetivo principal reducir las emisiones para que el aumento de la temperatura global oscilara entre esos 1,5 y 2 grados. Sin embargo, los expertos, tras plantear diversos escenarios de emisiones durante este siglo, han concluido que se espera que la barrera de los 1,5 grados se supere en los próximos 20 años.  Todo ello, debido a los gases de efecto invernadero que ha emitido hasta ahora la humanidad y que permanecen en la atmósfera durante décadas.

No obstante, Pep Canadell, director del Global Carbon Project y uno de los científicos colaboradores del informe del IPCC, explica que la situación todavía no es irreversible. Si se produce un escenario de emisiones más optimista, se puede lograr que el aumento de la temperatura al final de siglo se estanque en 1.5 grados. En los siguientes años de la fecha sí puede haber una superación de ese umbral.  

En palabras de Carolina Vera, climatóloga argentina, vicepresidenta del grupo de trabajo del IPCC, para conseguir que el aumento solo sea de 1,5 grados hacen falta reducciones “rápidas, sostenidas y a gran escala”. Tales reducciones tardarían entre 20 y 30 años en tener efectos en las temperaturas globales, pero “los beneficios para la calidad del aire llegarían rápidamente”.

Canadell añade que además de reducir las emisiones, para cumplir con París se necesitará recurrir a la captura del dióxido de carbono que ya hay en la atmósfera a través de sumideros naturales, como los bosques, o soluciones tecnológicas. Sin embargo, dicha captura es limitada por lo que no se determinada como principal solución.

El cambio climático y los fenómenos extremos

El equipo científico del IPCC lleva tres años trabajando en este informe y la etapa final ha coincidido con la experiencia de fenómenos meteorológicos extremos como las inundaciones en el centro de Europa o en China, los incendios asociados al calor en la cuenca del Mediterráneo y la ola de calor en junio en Canadá.

Respecto a esta cuestión, el IPCC indica que “el cambio climático inducido por el hombre ya está afectando a muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del mundo. La evidencia de los cambios observados en extremos como olas de calor, fuertes precipitaciones, sequías y ciclones tropicales, y, en particular, su atribución a la influencia humana se ha fortalecido desde el AR5 (el informe de 2013)”.

El informe explica que “es prácticamente seguro que las olas de calor extremas se han vuelto más frecuentes e intensas en la mayoría de las regiones terrestres desde la década de 1950, mientras que los extremos fríos (incluidas las olas de frío) se han vuelto menos frecuentes y graves, con una gran confianza en que el cambio climático inducido por el hombre es el principal impulsor de estos cambios”.

El incremento de la temperatura y su relación con los fenómenos extremos

Los expertos señalan que existe una “relación directa” entre el incremento de las temperaturas medias y la multiplicación de los extremos cálidos, las sequías agrícolas y ecológicas en algunas regiones y las fuertes precipitaciones. Igualmente, el aumento de la temperatura también se relaciona con:

  • El incremento de los ciclones tropicales intensos.
  • La disminución del hielo marino del Ártico.
  • La reducción de la capa de nieve.
  • El descenso del permafrost.

El documento publicado por el IPCC avisa de que, por cada medio grado de calentamiento global, se provocan “aumentos claramente perceptibles en la intensidad y frecuencia de extremos cálidos, incluidas olas de calor (muy probable) y fuertes precipitaciones (nivel de confianza alto), así como sequías agrícolas y ecológicas en algunas regiones (nivel de confianza alto)”.

De la misma manera, incluso si se consigue alcanzar el objetivo de los 1.5 grados, “habrá una ocurrencia creciente de algunos eventos extremos sin precedentes en el registro de observación con el calentamiento”.

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Cambios irreversibles

Como se ha señalado antes, muchos cambios producidos por emisiones pasadas ya son “irreversibles durante siglos o milenios”, sobre todo aquellos que afectan a los océanos y las capas de hielo. Carolina Vera indica que estos impactos “van a continuar durante cientos o miles de años, pero se pueden ralentizar si se reducen las emisiones”.

Por ejemplo, en cuanto al nivel del mar, se espera que siga aumentando durante este siglo. Basándose en anteriores datos, para 2100 la subida del agua podría ser de 40 centímetro (en el escenario de emisiones más optimista). En el caso del peor escenario, se duplica el dato, superando los 80 centímetros.

Esto contribuirá a que se den “inundaciones costeras más frecuentes y graves en las zonas bajas y la erosión” de la costa. “Los eventos extremos relacionados con el nivel del mar que antes ocurrían una vez cada 100 años podrían ocurrir cada año a finales de este siglo”, explica el IPCC.

Conclusión

Los datos revelados por el informe del IPCC señalan la necesidad de una pronta reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para poder controlar la temperatura, los fenómenos extremos y el nivel del mar, entre otros. Los objetivos propuestos para 2050 son más importantes que nunca para revertir la situación a la que nos dirigimos si no realizamos importantes cambios ya.

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