Cada vez son más las marcas de cosmética que se apropian de términos como «eco», «natural», «bio», «orgánico»… para darse valor. Los consumidores están muy concienciados con el medioambiente. Lo cierto es que estas etiquetas no tienen por qué ser ciertas puesto que, a diferencia del ámbito de la alimentación, en la cosmética no hay un reglamento comunitario que establezca qué parámetros deben seguir las marcas para considerar sus productos “naturales” o “ecológicos” .
Por lo general, las marcas siguen criterios privados que han sido previamente desarrolladas por compañías especializadas en el sector. Estos criterios tienen una base común pero en ningún caso podemos hablar de una normativa homogénea y mucho menos obligatoria.
¿En qué se diferencian los términos bio, eco y orgánico?
En nada. Nuria Alonso, responsable de certificación de BioVidaSana, explica en esta entrevista par La Vanguardia que “los tres términos, orgánico, “bio” o biológico y “eco” o ecológico son sinónimos, y se pueden utilizar indistintamente desde el punto de vista de la certificación, aunque en los diccionarios encontremos matices que los diferencian.”
“En la agricultura ecológica se habla de organic farming, y de ahí se ha adoptado la palabra orgánico para definir lo que es ecológico.”
Nuria Alonso, BioVidaSana
Por lo tanto, la cosmética ecológica debe utilizar ingredientes que hayan pasado por un proceso de agricultura ecológica, incluyendo la no utilización de fertilizantes, pesticidas ni herbicidas químicos. Además, estos ingredientes tienen que estar certificados para poder reconocerse como ecológicos.
¿Y la cosmética natural?
“Bajo esta denominación se engloban todos aquellos productos que utilizan materias primas de origen natural, que han pasado por un proceso de transformación posterior sencillo, con la mínima intervención de aditivos o transformaciones químicas, y que han utilizado únicamente aquellos procesos que no son perjudiciales para el medio ambiente y la salud de las personas” aclara Nuria Alonso.
Y aquí llegamos al problema. Técnicamente es casi imposible conseguir, por ejemplo, un jabón o un detergente con ingredientes totalmente naturales, se necesita un porcentaje de productos químicos para su elaboración. Aquí encontramos la diferencia, en la cantidad de químicos utilizados y en el impacto medioambiental que generan, además de la peligrosidad que tengan para la salud.
Maquillaje eco
Aunque las certificaciones “eco” y “natural” no dejen de ser confusas, siempre puedes prestarle atención a la etiqueta y comprobar los componentes. Busca productos cosméticos con el sello de certificación de BioVidaSana, Cosmos y Natrue, las más conocidas en España, o con el sello NOP, el más exigente para los productos de Estados Unidos. No se trata de una simple moda, aunque sea a pequeños pasos debemos ir dejando atrás la cosmética convencional por varios motivos:
- Contiene sustancias químicas derivadas del petróleo, que son muy agresivas para la piel, contaminan el medioambiente.
- La cosmética ecológica no deja residuos contaminantes en el agua.
- Cuando consumes productos ecológicos, apoyas una cosmética de calidad, local y generadora de empleo.
El maquillaje eco tampoco se queda atrás, “la piel respira libremente ya que es un tipo de maquillaje que tiende a no taponar los poros, y es el único que pueden usar personas con intolerancias; es idóneo para las embarazadas, por ejemplo”, dice la portavoz de la tienda online española Bioherbarium, María Moreno en este artículo de La Vanguardia.
“El maquillaje ecológico elimina la mayoría de los ingredientes tóxicos”, apunta María Moreno, y sigue “hay productos, como por ejemplo los esmaltes de uñas, que por el momento no consiguen eliminar todos los ingredientes perjudiciales, por ello se habla de esmaltes “5 free”, “8 free” y sucesivamente, que eliminan los ingredientes más peligrosos, como el formaldehído.”