La ciudad de Valladolid se ha convertido en un modelo de éxito a seguir por el resto de las ciudades. Tanto es así que la capital castellanoleonesa es un ejemplo de buenas prácticas para alcanzar la sostenibilidad.
El siglo XXI está lleno de retos para que las urbes hagan frente a un futuro más verde, cuyo objetivo es conseguir una regeneración urbana sustentable. Para ello, es necesario exigir una reducción en el consumo energético empleado para vivir y trabajar.
En este contexto, como ya se ha mencionado, Valladolid servirá de patrón para el resto de las ciudades en el propósito de expandir la visión de un urbanismo más sostenible, ya que forma parta de diversos proyectos destinados a la reducción del impacto del cambio climático, al impulso de energías renovables y a la regeneración urbanística.
Prácticas sostenibles aplicadas en Valladolid
Proyecto REMOURBAN
REMOURBAN es un proyecto inteligente que compite por lograr una transformación sostenible mediante la eficiencia energética, la movilidad sostenible y las plataformas digitales para mejorar la calidad de vida de la ciudad.
Valladolid quiso formar parte del movimiento verde y se sumó a este proyecto, práctica que ha supuesto un antes y un después para la ciudad, ya que fue la primera iniciativa que puso en marcha. Su participación ha tenido una duración de 5 años de desarrollo.
Innovación tecnológica, eficiencia energética y movilidad eléctrica, fueron las primeras propuestas para rehabilitar el núcleo urbano, reducir la contaminación, mejorar la movilidad sostenible y, sobre todo, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
«Valladolid es una ciudad innovadora, comprometida con la defensa del medio ambiente y con la sostenibilidad, cualidades que se han visto reforzadas con el desarrollo del proyecto REMOURBAN«.
Afirma Óscar Puente, alcalde de Valladolid
El proyecto Remourban ha llevado a cabo una serie de transformaciones integrales en el poblado de FASA, lo que ha permitido que más de 400 viviendas hayan regenerado las condiciones térmicas. Además, se han implantado paneles solares y calefacciones de biomasa para generar energía eléctrica y reducir un 30% el gasto y consumo energético. De esta manera, los vecinos han experimentado una reducción del 60% en sus facturas, ya que el 70% de las energías empleadas son renovables.
En este contexto, se puede señalar que los beneficios han sido palpables y que todas las partes implicadas han salido satisfechas.
Impulso de la movilidad sostenible
Las acciones de movilidad urbana llevadas a cabo también han sido un pilar fundamental. Por un lado, se han llevado a cabo en la ciudad acciones pioneras, como por ejemplo la puesta en marcha de la primera línea de autobuses electrificada de España, compuesta por 5 autobuses, totalmente híbridos y de carga rápida, que no emiten gases, iniciativa que supuesto todo un hito en el transporte y una solución innovadora.
Por otro lado, el segundo de los retos en esta línea fue la instalación de puntos de recarga eléctrica de utilización pública, gracias al Acuerdo entre el Ayuntamiento e Iberdrola, lo que ha reflejado todo un compromiso municipal con los vehículos. Con esta renovación ya son 86 los puntos que están repartidos por toda la ciudad y que forman la red de recarga rápida.
Asimismo, este ecosistema urbano sostenible quiso ir más allá, por lo que decidió aumentar en 45 vehículos eléctricos la escuadrilla de reparto comercial y taxis para permitir que el desplazamiento por la ciudad sea más sostenible. De esta manera, los vallisoletanos ya tienen a su disposición la infraestructura pública más extensa de España.
A consecuencia de esta iniciativa, los medios de transporte urbanos han reducido su consumo energético en un 24% y en un 34% las emisiones de gases.
Desplazamientos en bicicleta
Los desplazamientos diarios en la urbe son algo común y lo que destaca en Valladolid es que muchos de sus vecinos lo hacen andando, en patinete eléctrico o en bicicleta, lo que permite catalogar como responsable a la ciudad, ya que mantiene un compromiso con el medioambiente y con la reducción de la polución. Por esta razón, hay que fomentar y facilitar la movilidad de quienes hacen uso de estos medios de transporte, por lo que se han creado los cilocarriles y las ciclovías por todas las partes de la ciudad, eso sí, con una limitación de velocidad a 30Km/h.
En la actualidad, la movilidad en bicicleta no ha parado de evolucionar, por lo que se han incrementado las redes de los carriles, para que la movilidad sea más rápida y segura.
Innovación digital y participación ciudadana a su servicio
El desarrollo de las TIC también ha querido formar parte del proyecto, por lo que se ha llevado a cabo un tercer trabajo de logística y transporte. En este caso, se trata de una aplicación móvil, DUMinVAL, una plataforma de sistema inteligente que permite controlar las plazas de carga y descarga. Por otro lado, ha permitido incorporar un sistema de seguimiento y control térmico en los edificios rehabilitados de FASA.
La participación ciudadana también ha sido cómplice, ya que han sido los encargados de que todo esto fuera posible gracias a la motivación y acceso a la información que han tenido a su alcance.
“Esta experiencia ha sido muy enriquecedora a la hora de diseñar el modelo de ciudad que queremos, en el que la innovación resulta esencial en el camino hacia la sostenibilidad y para afrontar, con resiliencia, situaciones imprevistas que pudieran presentarse en un futuro».
Valladolid, la ciudad del 2030
En su conjunto, Valladolid es una ciudad ejemplar, ya que representa la importancia de la participación de todos los convivientes de un núcleo urbano para la efectividad en la toma de decisiones sobre sostenibilidad del plantea, practica que hay que impulsar.
El compromiso de la capital vallisoletana ha sido constante, ya que no ha parado de evolucionar en los últimos años y ha apostado desde el principio por un futuro más verde
De esta manera, Valladolid se ha posicionado en una ciudad referente en el panorama nacional e internacional, ya que se ha convertido en una ciudad integradora, sostenible e inteligente por todas las buenas prácticas que ha llevado a cabo dentro del desarrollo urbano sostenible. Y tú, ¿te sumas al cambio?